Si los profesionales emigran en busca
de mejores condiciones y los alumnos deben abandonar sus carreras, ¿Quién se
encargará de reconstruir el país?
Desde el 2017 se registra un índice de
deserción del 15%
El
temor de tener que abandonar los estudios por problemas económicos se instaló
en los hogares de los venezolanos, llenando a los alumnos de incertidumbre
sobre su futuro profesional. Algunos se fueron del país en busca de
oportunidades y otros dejaron su carrera por no poder costearla. Los que aún
estudian se preguntan qué tan lejos podrán llegar.
La
deserción estudiantil es una realidad a la cual se enfrentan las universidades
de Venezuela. La disminución de inscripciones que se evidencia desde el año
pasado tiene como base principal la hiperinflación. La Universidad Católica
Andrés Bello (UCAB), ubicada en Caracas, no escapa a la situación.
Los
alumnos que quedan comienzan a notarlo: menos congestión estudiantil en los
espacios recreativos y cada vez más salones vacíos. Para muchos jóvenes la
universidad representa un espacio ajeno a la agobiante realidad de Venezuela.
Roberto
Rodrigues, dirigente universitario, aseguró que desde 2017 se registra en la
UCAB un índice de deserción estudiantil anual de 15%. “Puedes notarlo en cosas
tan banales como a la hora del almuerzo o en los puestos del estacionamiento”,
expresó.
La
disminución estudiantil incide directamente en la cantidad de materias que se
abren por semestre, porque algunas no cumplen el número mínimo requerido de
estudiantes inscritos. No poder inscribir una materia afecta la planificación
del alumno, que puede retrasarse en sus estudios por no poder cursar una
asignatura cuando le corresponde.
La
UCAB frente a las nuevas medidas económicas
Teniendo
en cuenta el desmesurado aumento del salario mínimo, la UCAB fue capaz de
organizarse para poder cubrir la nómina de los trabajadores y ofrecer a sus
estudiantes los precios más accesibles posibles.
“La
filosofía de la Católica siempre será ser la mejor universidad en cuanto a
precio y valor; es decir, que buscará tener el costo más accesible que se
pueda, manteniendo la calidad de la educación”, indicó Rodrigues.
En
cuanto a los nuevos salarios, explicó que se tuvo que eliminar la escala
salarial. Pese a que algunos empleados lo consideran injusto, la mayoría de los
profesores aceptaron esta medida y aseguraron que su máxima prioridad es que
los estudiantes puedan terminar sus carreras.
“El
pensamiento de los profesores es bastante comprensivo. Hay incluso un grupo que
planteó dar clases este semestre sin cobrar”, explicó el consejero
universitario.
Alivio
de la crisis para los alumnos
La
UCAB es una de las universidades privadas con los programas de ayuda económica
más amplios y de mayor impacto en el país. Este semestre, más de 30% de los
alumnos inscritos cuentan con algún tipo de apoyo económico que les permite
continuar con sus estudios. La meta de la institución es evitar que los alumnos
sacrifiquen su futuro profesional por la crisis económica del país.
Existen
varias modalidades de becas y la universidad trata de tomar en cuenta todas las
solicitudes de apoyo económico para poder distribuir de la mejor manera sus
recursos. De todos los casos que se presentan se rechazan menos de 1% y esta es
la razón por la cual la UCAB es la universidad en la que se registra menos
deserción estudiantil de los estudiantes que no planean irse del país.
Entre
las modalidades se encuentra el Financiamiento educativo, que cubre un total de
27 créditos, aproximadamente 5 materias, los suficientes para que el estudiante
termine su carrera en el lapso de tiempo previsto. La persona becada debe
asumir el costo de los créditos extra que inscriba cada semestre. Pese a esto
aún resulta muy económico para el estudiante continuar con sus estudios al
ritmo que necesite.
Beca
trabajo es una modalidad de financiamiento que se usa frecuentemente, en la que
los alumnos que solicitan ayuda económica deben trabajar en distintos
departamentos de la universidad durante un tiempo determinado a la semana, a
cambio de la exoneración de la matrícula.
La
condición principal para obtener este financiamiento es el rendimiento y la excelencia
académica. Es importante resaltar que estas becas además de costear los
estudios son una excelente fuente de referencias laborales para el estudiante,
que mientras culmina su carrera tiene la posibilidad de armar su currículo
profesional.
Ante
la gravedad de la situación del país, han surgido iniciativas estudiantiles de
ayuda económica. La solidaridad de los jóvenes se evidencia en este tiempo de
crisis. El año pasado, un grupo de alumnos de la universidad retomó una
iniciativa que pretende financiar los estudios de los ucabistas mientras
resalta la meritocracia y la integridad estudiantil. “Beca a un pana” es una
asociación civil de estudiantes para estudiantes, que financia los estudios y
premia a aquellas personas que se destaquen en el área académica, cultural o
deportiva.
Datos
publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicaron que
aproximadamente 2,3 millones de venezolanos han abandonado Venezuela en busca
de mejores condiciones de vida. Si los profesionales están migrando y los
estudiantes deben dejar su carrera por la situación económica, ya sea para irse
o porque no pueden pagarla, entonces ¿quién se encargará de reconstruir el
país?
A
pesar de todas las carencias, en la UCAB hay algo que no escasea: las ganas de
estudiar y de formar profesionales. Por ello, todos los miembros de la
institución actúan en pro de que cada alumno pueda culminar sus estudios para
convertirse en un protagonista del nuevo futuro de Venezuela.
Por KEENAMI PALLARES | @KPALLARESP
02 DE OCTUBRE DE 2018 01:41 PM | ACTUALIZADO EL 02 DE OCTUBRE DE 2018 13:54 PM
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