Los profesores y economistas de la Universidad de Carabobo,
Domingo Sifontes, Ana Belmonte y Pablo Polo, analizaron desde distintos puntos
de vista en el foro Economía Venezolana: una discusión pública el
deterioro que experimenta el país y las opciones para superar la crisis.
Domingo Sifontes resaltó tres grandes desequilibrios: la
hiperinflación, causada fundamentalmente por la creación de dinero para cubrir
el déficit de las cuentas públicas; el endeudamiento masivo y la profunda caída
que experimenta la producción petrolera.
“La inflación ha sido de tres dígitos en los últimos seis meses,
nos montamos en ese escalón y más que la cifra lo que tenemos que observar es
la dinámica inflacionaria. Otro hecho resaltante es que la producción petrolera
ha descendido 37% respecto a hace un año, de acuerdo con las fuentes
secundarias que utiliza la OPEP, es decir, el escenario petrolero se está
agravando”, dijo Domingo Sifontes.
“Otro tema resaltante es que hubo un proceso masivo de
endeudamiento. Entre 2007 y 2011, la deuda financiera de Venezuela aumentó en
34 mil 600 millones de dólares, un monto cercano a la totalidad de la deuda
externa que había en 1999, pero el tema no está en que la deuda es mayor, sino
en que se ha hecho inmanejable”, agregó Domingo Sifontes.
Desde su punto de vista, si bien es necesario evaluar medidas en
el campo monetario, cambiario y fiscal, “el problema real de la economía
venezolana es institucional, sin resolver esta instancia no importa el plan que
se presente no va a haber buenos resultados en el largo plazo. Hay que discutir
cómo generar instituciones inclusivas a pesar de la característica extractiva
de nuestra economía”.
“Están dadas todas las características para la extracción de
renta y hay que buscar cómo diseñar instituciones que permitan el respeto al
derecho a la propiedad privada, a la innovación, la invención y el progreso.
Entender en su justa medida la relación del Estado con el ciudadano y los
incentivos para que una economía funcione de manera óptima”, dijo Domingo
Sifontes.
El sistema populista
Pablo Polo resaltó que entre las raíces de la crisis venezolana
se encuentra el sistema populista. “El populismo lleva a grandes déficits
fiscales, discutimos cómo repartir la torta, pero no cómo aumentarla. No ha
habido una discusión sobre la calidad del gasto público, en qué se gasta y cómo
se financia ese gasto”.
“Algo muy preocupante es que el Seniat no está recaudando en
términos reales y los pagos de deuda que el país tiene que hacer con envíos de
barriles de petróleo comienzan a acercarse peligrosamente a lo que estamos
produciendo”, dijo Pablo Polo.
En su opinión, un aspecto clave para salir de la crisis es la
obtención de financiamiento internacional. “La ayuda externa es fundamental,
tanto la del Fondo Monetario Internacional como la que pueda recibirse a través
de ayuda humanitaria, y también tendríamos que evaluar la política asistencial.
La relación entre el ciudadano y el Estado se pervirtió totalmente”.
Construir indicadores
Ana Belmonte centró su intervención en el impacto que tiene en la
sociedad una recesión que ya acumula cuatro años consecutivos y la
hiperinflación. “Hay que avanzar hacia la construcción de nuevos indicadores
desde el punto de vista social, el estudio elaborado por la Universidad de
Oxford y la Iniciativa de Innovación Social de la CAF nos hablan de seis
dimensiones faltantes en la medición de la pobreza”.
“Este estudio identifica variables como el empoderamiento, si la
persona está obligada a actuar bajo presión, no poder ser uno mismo; la
seguridad física, ser víctima del robo, por ejemplo; la capacidad de ir por la
vida sin sentir vergüenza, discriminación, humillación, falta de dignidad; la
calidad del empleo, el nivel de la informalidad, las condiciones del lugar del
trabajo, el subempleo; la conectividad social, la falta de redes de protección
y el bienestar psicológico”, dijo Ana Belmonte.
“Éstas son cosas que tendríamos que comenzar a medir, contar con
indicadores para determinar el impacto social de esta crisis”, agregó.
La dolarización
La posibilidad de acabar con la hiperinflación adoptando al
dólar como moneda fue rechazada de plano. Pablo Polo sostuvo que “no es una
condición necesaria ni suficiente para estabilizar la economía, dolarizar
significa tener los mismos problemas, pero en dólares. Es amputarte el brazo de
la política monetaria para evitar que sigas golpeándote. En el fondo el
problema está en la manera como actúas y eso es un problema de carácter
institucional”.
Domingo Sifontes explicó que “antes que dolarizar es mejor tener
disciplina fiscal, credibilidad y realizar las reformas que deben hacerse. Pero
hay que admitir que se está implementando una dolarización informal. Cada vez
es más común el uso del dólar en nuestra economía y esta dolarización de facto
sería el peor escenario porque supone que se llegó allí sin un plan formal de
dolarización y porque no se implementó un ajuste exitoso. Vamos hacia una
dolarización de facto, aunque no creo que sea lo mejor para la economía”.
Ana Belmonte sostuvo que “la dolarización sin un cambio
institucional, sin las medidas complementarias para la estabilización, sin la
liberación necesaria de los controles es algo parecido al cuento de vender el
sofá, no es una solución de fondo a los problemas”.
PDVSA en el debate
Ante la interrogante de qué hacer en el futuro con PDVSA, Pablo
Polo señaló que “el mayor volumen de los ingresos del Estado viene del cobro de
impuestos a PDVSA, eso continuaría en cualquier esquema de propiedad de la
empresa”.
“En este momento los restos en capilla ardiente de PDVSA
pertenecen al Estado y hay que ver qué hacer con ese cadáver. Podemos evaluar
distintas opciones dependiendo de hacia dónde queramos ir como país, podría
venderse parte de las acciones, vender la empresa a un ente determinado,
manejarla de forma conjunta o incluso que permanezca en manos del Estado, pero
bien gerenciada. Se ha perdido lo mejor del recurso humano, hace falta una
inversión en capital físico y también en capital humano”, dijo Pablo Polo.
Domingo Sifontes destacó que “más que privatizar a PDVSA el tema
es atraer inversión para el sector petrolero. Si hablamos de privatización,
habría que discutir si es total o parcial, pero lo que preocupa con esa opción
es que nada garantiza que la privatización se haga mediante un proceso
transparente, las reglas tendrían que ser muy claras”.
La gradualidad
Si bien existe certeza en que la principal causa de la
hiperinflación es que el Banco Central de Venezuela crea dinero para que el
Gobierno cubra un gigantesco déficit que se estima en 14% del PIB, las
opiniones apuntan a que es necesario cotar el financiamiento monetario de
manera gradual.
Ana Belmonte afirmó que “ningún plan monetario va a funcionar
sin disciplina fiscal, esto hay que tenerlo claro y es necesaria la gradualidad
para acabar con la emisión de dinero. Otro aspecto es que el ajuste tiene que
contemplar cómo nivelar a la población que, por factores como la mala
nutrición, se ha visto afectada por la crisis, contemplar las inversiones que
se necesitan en este campo”.
Domingo Sifontes también se pronunció por la gradualidad.
“Hacerlo sin gradualidad tiene un costo que seguramente va a ser superior al
beneficio que se pueda obtener si se hace de forma abrupta, hay maneras de ir
disminuyendo la monetización del déficit gradualmente. Con el aumento del
precio de la gasolina, por ejemplo, se puede crear un programa masivo de
subsidios directos para la población más vulnerable”.
***
A continuación puede escuchar el primer episodio de “Economía
venezolana, una explicación”, una serie que busca analizar la hiperinflación,
el manejo de la deuda pública externa y la caída en la producción
petrolera. Esta serie es parte de Economía Venezolana: una
discusión pública, un proyecto
diseñado para debatir e identificar consensos en relación a las distintas
propuestas formuladas con el fin de solucionar los problemas económicos que
sufre Venezuela.
POR Prodavinci
Fotografías de David Contreras | RMTF
06/12/2018
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