PREAMBULO:
La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918 nació en
medio de una crisis política y social de larga duración en Argentina y América
Latina en general, que exigía inmediata solución con propuestas de
democratización, elección universal de autoridades, participación
en el gobierno y ascenso social, en una analogía entre la república
político administrativa y la “república universitaria”, lo que signó el
modelo universitario latinoamericano. La instalación de esta “república
universitaria”, impulsada por las Federaciones Estudiantiles de los países, no
fue inmediata ni fácil por la persistencia del modelo universitario colonial
monárquico y pontificio, al que se había añadido el modelo napoléonico
gubernamental después de la Independencia, y bajo responsabilidad
de dictaduras militares defensoras de esa tradición asentada en grupos
económicos y religiosos dominantes. De otro lado, los principios de la
Reforma Universitaria de Córdoba, una vez instalados en países
latinoamericanos, fueron víctimas de reformas políticas que los
derogaron, lo que se puede apreciar en la revisión de la literatura, en
especial de CRESALC, Monografías de la Educación Superior, 1986 y de notas de
Roberto Rondón, de donde se han tomado datos para estos apuntes.
CHILE
En el siglo XVII se creó la Universidad Rosario de Chile, real
y pontificia. La Universidad de Chile, gubernamental se fundó en 1842 por Andrés
Bello; en 1888 la Universidad Católica de Chile; y en 1928 y
1929, las Universidades Católicas de Valparaíso y
Concepción. En 1931, se abrió la segunda universidad pública, la Técnica
Federico Santa María. Había gran peso de la educación universitaria religiosa.
El 28 de diciembre de 1920, el Presidente y el Secretario
General de la Federación Universitaria Argentina, Gabriel Del Mazo y Roberto E.
Grazoni, y el Presidente de la Federación de Estudiantes de Chile, Alfredo De
María aprobaron apoyar la obra y el intercambio de la Reforma, los
estudios de problemas sociales primordiales y la cultura intensiva del pueblo …
la propaganda activa por todos los medios para hacer efectivo el ideal del
americanismo y procurar el acercamiento de todos los pueblos del continente.
La primera Convención de Estudiantes Chilenos en
1920, elaboró unos Principios y unos lineamientos sobre la Organización y
la Cuestión Social referida a la educación nacional y al bienestar de los
estudiantes, y las Cuestiones Internacionales para crear un
sentimiento americanista y la eliminación de los
ejércitos. En 1922, presentaron en los organismos
representativos, las aspiraciones inmediatas del alumnado,
pero en su lugar les aplicaron sanciones, por lo que el 3 de julio de
1922, la Federación Chilena de Estudiantes replicó contra la
sanción de expulsión impuesta por el Consejo de Instrucción, y
manifestó “que este juicio será una fuerte sanción para
aquellos, que frente a las manifestaciones de ideas responden con la
violencia velada sin fundamentos en la verdad y en la justicia”. La
incorporación de los fundamentos de la Reforma Universitaria de Córdoba en
Chile fue lenta.
Sólo fue en 1967, cuando se inició un proceso de reforma
en la universidad chilena porque reapareció una gran conflictividad
y con una inmensa visibilidad política de los universitarios
en los medios de comunicación ya que recurrieron a métodos como la huelga, que
hasta ese entonces se consideraba que no era parte de la vida universitaria.
Estas reformas, elección directa o por claustros de rectores y decanos y el
cogobierno culminaron en 1970 con el Presidente Salvador Allende y las
connotaciones políticas que afectaron a la toda la sociedad, que incluyó la
votación y representación de los trabajadores en los organismos universitarios.
Luego, devino la anti reforma pinochetista
hasta 1988 con el nombramiento de un Rector Delegado en cada una de las 8
universidades con atribuciones plenas, la pérdida de la autonomía, la
supresión del pluralismo y la libre discusión, la depuración continua de
adversarios, la supresión del voto y de la representación estudiantil y
de los trabajadores, los cambios académicos y pedagógicos hacia currículos
inflexibles de una lista de carreras decididas oficialmente, la disminución del
financiamiento universitario, la provisión de servicios a los
universitarios mediante su venta privada, el pago de
aranceles como inversión de las familias, los préstamos estudiantiles reembolsables,
la reducción de las matrículas y las vacantes. En general “una universidad
vigilada que no puede amparar ni fomentar acciones y conductas incompatibles
con el orden jurídico ni permitir actividades orientadas a propagar
directa o indirectamente, tendencia política partidista alguna”. Asesinatos,
encarcelamientos y exilios caracterizaron esta época; que al desaparecer, se
restablecieron los principios democráticos en la universidad
PERU
La Universidad Mayor de San Marcos se fundó en
1449-1551, y en el siglo XVII la Universidad de San Miguel de Huamanga,
ambas pontificias y reales. En 1855, 1876 y 1901 se promulgaron legislaciones y
reformas universitarias para que la educación universitaria “reforzara la
formación del carácter, los hábitos del trabajo y el orden sin lo cual no podrá
haber ciudadanos eficientes”.
En el Primer Congreso Nacional de Estudiantes Peruanos
en 1920, se aprobó la creación inmediata de la Universidad Popular “bajo
la dirección de la Federación de Estudiantes y con el apoyo de los Poderes
Públicos y de los particulares”. Igualmente, recomendaron al Ejecutivo Nacional
la reforma de las leyes vetustas de educación para privilegiar la educación
indígena, “con orientación que tomara en cuenta su herencia y condiciones
socio económicas, la preparación de maestros indígenas, la pensión a los
indígenas educandos, y que los estudiantes universitarios hicieran sus
tareas de extensión con las madres indígenas”.
En 1918, en Perú se promulgó la Ley Orgánica de
Enseñanza en la que se autorizó la representación de los estudiantes en
el Consejo Universitario mediante dos miembros que debían ser doctores o
titulados. El rector era elegido por una Asamblea de Delegados de las
Facultades en la que no participaban los estudiantes. Se otorgó autonomía económica
y administrativa y se limitó la académica porque el gobierno
decidía las asignaturas integrantes de los planes de estudio. En un
Estatuto Universitario de 1928, se reconoció la autonomía
pedagógica, administrativa y económica y se autorizó la presencia de los
estudiantes mediante un representante ante los órganos de gobierno
universitario, lo que se suprimió en un Estatuto Orgánico de 1935.
En 1969 los militares en el poder, mediante la Ley Orgánica de
la Universidad Peruana, crearon el Sistema de la Universidad
Peruana a quien transfirieron la autonomía académica, económica y
administrativa de cada universidad. Este Sistema de la Universidad Peruana,
además formuló el Estatuto de la Universidad Peruana para normar a
estas instituciones mediante la Comisión Nacional Interuniversitaria, integrada
por siete rectores de las universidades más antiguas y rectores representantes
de las universidades regionales y privadas. Así mismo, la planificación
de su desarrollo, la supervisión del financiamiento y las
relaciones interinstitucionales de las universidades.
En legislaciones posteriores, se redujo la participación
estudiantil a dos en el Consejo Universitario y a un cuarto del total en
la Asamblea Universitaria, que luego se modificó por conflictos ocurridos.
CUBA.
El 3 de enero de 1728 se fundó la Universidad San
Gerónimo de La Habana por los dominicos. Desde el siglo XVIII, hubo
reclamos para modernizar y reformar la educación universitaria. Pese a que en
1842 se secularizó esta universidad que tomó el nombre de Real y
Literaria Universidad, no hubo reformas apreciables. La universidad
cubana fue un frente de lucha contra la colonización española con
personas como Carlos Manuel de Céspedes y con el fusilamiento de ocho
estudiantes de medicina el 27 de noviembre de 1871. Vinculado a la
Universidad estuvo Enrique José Varona en cuyo ejercicio en los años de
1920, se desplegaron como derechos de los estudiantes todos
los principios dictados por la Reforma de Córdoba, entre ellas, la educación
experimental y práctica, lo que no tuvo éxito por la mente de
colonización de la burguesía interna y externa imperante entonces. En
esos años, Julio Antonio Mella, Presidente de la Federación de
Estudiantes Cubanos planteó que era imposible una reforma
universitaria sin una revolución social.
En 1923, se llevó a cabo el Primer Congreso Nacional de
Estudiantes, en el que plantearon los derechos y los deberes de los
estudiantes, y ratificaron las luchas que desde 1920
iban dirigidas a lograr realmente la autonomía universitaria, la
depuración del cogobierno, la reforma de los estudios, el cese de la
metodología verbalista y memorística, planteamientos que fueron coartados
por el dictador Gerardo Machado, quien ordenó asesinar a Julio Mella.
Después del derrocamiento de Machado en 1933, se recuperaron algunas
reformas, por lo que a principios de 1940, se institucionalizó la vida
universitaria y se legalizó la Federación de Estudiantes Universitarios,
ilegalizada por Machado.
En 1947 y 1952 se crearon las Universidades de Oriente y Las Villas.
A partir del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, las
universidades empezaron a retomar un papel de alto perfil político
y de rebeldía, que asumieron particular importancia en
las manifestaciones y luchas armadas contra la dictadura de Fulgencio
Batista.
Las tres universidades estadales reiniciaron actividades
después del triunfo de la Revolución en 1959, abrieron las puertas a
hijos de campesinos y obreros; y en enero de 1962 se proclamó la Reforma
Universitaria con la modificación del régimen de gobierno, de la estructura
universitaria, el desarrollo de la investigación científica, la creación
de nuevas carreras y de Institutos Pedagógicos, becas a los estudiantes y
la matrícula universitaria orientada por las necesidades del país; y
sobre todo, la relación del estudio con el trabajo como orientación rectora de
todo el sistema educativo cubano. Se crearon las Facultades Obrero
Campesinas para dar respuesta al crecimiento de la matrícula. Se
crearon Unidades Docentes, Filiales y Sedes Universitarias. A partir de
1970, se llevaron a cabo nuevas modalidades del estudio trabajo para
aplicar el principio marxista y martiniano de combinar la teoría con la
práctica, la escuela con la vida y la enseñanza con la producción.
En 1973, se promulgó una Ley del Servicio Social mediante la cual, los
profesionales deben en los tres primeros años de graduados, trabajar en
los lugares más necesitados del país. En 1976, se creó el Ministerio de
Educación Superior.
El gobierno de los centros de educación superior se hace
mediante “una unidad de dirección colectiva y un mando único”, que
conjugan la democracia y la descentralización. Hay un dirigente máximo
revestido de la debida autoridad y responsabilidad que es el
Rector; y con órganos colectivos de trabajo como la Vice
Rectoría Primera, la Vice Rectoría Docente, de Investigación, Científica y
de Educación de Postgrado; la Vicerrectoría Económica y
Administrativa, un Contador Principal, la Secretaría General y una Unidad
Organizativa a cargo de las inversiones y el mantenimiento. Las Facultades son
dirigidas por Decanos, responsables de las carreras de pregrado y
postgrado. Todos los dirigentes universitarios son designados por
el gobierno nacional.
MEXICO
En 1537, se creó en Ciudad de México el Colegio de Santa
Cruz de Tlatelolco, dirigido a los indígenas y con dos grados: educación
elemental y educación superior con estudios filosóficos y literarios. En
1551, se creó la Real y Pontificia Universidad de México. En 1791, se fundó la
Universidad de Guadalajara. En el siglo XVII, se estatuyó el modelo de los
colegios ingleses anexos a las universidades, colegios que después de la
Independencia concentraron la enseñanza de algunas profesiones. En 1767,
se creó el primer establecimiento laico de enseñanza superior, la
Academia de las Nobles Artes; y luego, la Escuela de
Minería en 1778 y el Jardín Botánico en 1787.
En 1833, se formuló una Reforma Universitaria mediante
la cual, el estado asumió un rol en su control y administración.
Igualmente, se formuló que la educación superior se haría en seis
áreas: 1.- Estudios Preparatorios, que han persistido hasta ahora en todas las
universidades actuales, 2.- Estudios Ideológicos y Humanidades,
3.- Ciencias Físicas y Matemáticas, 4.- Ciencias Médicas, 5.-
Jurisprudencia y 6.- Ciencias Eclesiásticas.
En Decreto de ese mismo año, la Universidad de México
fue clausurada por “inútil, irreformable y perniciosa” debido al poco apoyo y
la oposición que la universidad tenía frente al gobierno. En el siglo XIX, las
Universidades de México y Guadalajara fueron cerradas por los liberales y
reabiertas por los conservadores. Cuando se cerraba la Universidad de México,
se creaban Escuelas Universitarias separadas de Jurisprudencia,
Medicina e Ingeniería que graduaban profesionales siguiendo el modelo
napoleónico. En ese siglo, también se crearon Institutos Científicos y
Literarios para competir con las universidades, pero luego estos
institutos se convirtieron en universidades en los estados de la federación
mexicana; también se crearon los Colegios Virreinales con los
bienes de la Universidad de Guadalajara al ser clausurada.
En 1910, hubo una reorganización de la educación
universitaria propiciada por Justo Sierra, quien agrupó a las Escuelas
profesionales que antes estaban separadas, y en ese mismo año
y para ello, decretó la restauración de la Universidad Nacional Autónoma
de México, antes Universidad de México, pero en el entendido que
“Esta universidad no puede tener la estructura de la otra” o sea la anterior
Universidad de México, ya que los fundadores de la universidad de antaño
decían : la verdad está definida, enseñadla… nosotros decimos: la verdad se va
definiendo, buscadla”. Además de la Universidad Nacional de México,
se creó en 1917, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; en
1922, la de Yucatán; en 1923, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí
y en 1925, la nueva Universidad de Guadalajara.
La anterior Universidad de México, según Justo Sierra era
independiente del Estado desde 1881, pero cuando finalmente se le recreó
como Universidad Nacional Autónoma de México en 1910, surgió con una
autonomía limitada a lo académico y a la investigación.
Desde el triunfo de la Revolución Mexicana en 1910-1917, surgieron
conflictos más o menos tensos con la UNAM, que se prolongaron hasta 1944. Entre
tanto, en 1929 se había aprobado una Ley de Autonomía restringida, pero en 1933
por otra ley, se le otorgó autonomía plena pero le eliminó el
ámbito nacional a esta Universidad. En 1944, otra Ley de Universidades le
ratificó su carácter autónomo y restituyó su ámbito nacional.
En 1937, el gobierno creó el Instituto Politécnico
Nacional con las Escuelas Técnicas de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, de
Ingeniería y Arquitectura, para encabezar el “Proyecto Educativo Nacional en
Educación Superior”, dependiente del Ejecutivo Federal y como ente
descentralizado para desarrollar carreras de preparatoria, pregrado y postgrado
en todas las áreas del conocimiento.
Desde 1948, se crearon Institutos Tecnológicos Regionales
amparados por el Instituto Politécnico Nacional, del cual se desprendieron
desde 1960, y actualmente hay 80 en toda la República con
carreras industriales, agrícolas, pesqueras, forestales. Es de
destacar que muchos de estos Institutos Tecnológicos
Regionales nacieron de Escuelas Técnicas. La mayoría de
sus profesores son egresados del Instituto Politécnico Nacional.
A partir de 1940, y principalmente desde 1950,
hubo una masificación de la demanda estudiantil, entre ellas la universitaria,
lo que en ocasiones, este fenómeno se acompañó de manifestaciones sociales de
todo tipo a favor del cambios sociales y la democratización del país, uniendo a
los estudiantes, movimientos urbanos, sindicatos independientes, organizaciones
políticas nuevas, campesinos, grupos armados, una iglesia católica progresista,
lo que provocó a su vez, represiones gubernamentales cruentas entre ellas
contra los estudiantes de medicina en 1966 y con las matanzas de 2 de
octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971.
Estos movimientos generaron reformas estructurales y
académicas en las universidades y en el Instituto Politécnico Nacional,
con Consejos Universitarios con representaciones tripartitas de
distintas proporciones. Hay modalidades de la selección de los
rectores por una Junta de Gobierno; por elección de miembros de la comunidad;
por designación del Ejecutivo Nacional o Estadal, o por ternas que
propone el Consejo Universitario. La elección es ponderada, y en algunos
casos, intervienen los trabajadores. En otros casos, los electores del rector
son representantes electos por organismos internos de la universidad para
una elección de segundo grado.
VENEZUELA
La Universidad Santa Rosa de Lima en Caracas se creó en
1721, pontificia y real, y la Universidad San Buenaventura en 1810
en Mérida. Después de la Independencia, en 1827 el Presidente de la Gran
Colombia, Simón Bolívar decretó los Estatutos Autonómicos y recursos
suficientes y rentas para su funcionamiento de la ahora llamada Universidad de
Caracas. En 1832, hizo lo propio el Presidente de Venezuela,
José Antonio Páez para la Universidad de Mérida. En 1843, estos estatutos se
derogaron y se subsumieron en Leyes de Instrucción Pública; y desde ese
año dependieron absolutamente del gobierno nacional, igual al modelo
napoleónico. A mediados de 1870, el general Antonio Guzmán Blanco expropió los
bienes de las dos universidades, acusándolas de enemigas del régimen.
Creó los Colegios Federales de Primera Categoría para expedir títulos
universitarios, salvo los eclesiásticos. Por transformación de los Colegios
Federales de Primera Categoría, en 1891 se creó la Universidad del
Zulia y en 1892 la de Valencia, que fueron clausuradas en 1904 por
el gobierno nacional con el argumento de que en el país “lo que faltaban eran
brazos para el trabajo”.
La reforma de Córdoba de 1918 tuvo efectos muy tardíos
en Venezuela, en primer lugar por la presencia de una recia dictadura
militar, y en segundo lugar porque los dirigentes de la Federación
de Estudiantes de Venezuela, fundada tardíamente en 1927, estuvieron más
dedicados a la liberación del país. Muerto el dictador J.V. Gómez, entre
1936 y 1945 hubo manifestaciones muy sutiles sobre la autonomía universitaria
sobre todo permitiendo la postulación al gobierno nacional de los candidatos a
Rector, Vice Rector y Secretario. En septiembre de 1946, el gobierno cívico
militar presidido por el señor Rómulo Betancur, dirigente prominente de
la Federación de Estudiantes de Venezuela, decretó el Estatuto de las
Universidades Nacionales mediante el cual, se reconocieron a las
ahora Universidad Central de Venezuela, Universidad de Los Andes y a
la recién recreada Universidad del Zulia, la personalidad jurídica, la
autonomía académica, organizativa, administrativa, salvo la designación de las
Autoridades Universitarias que lo hacía el gobierno nacional. Se facultó la
elección de los decanos por profesores, estudiantes y egresados y un cogobierno
con los mismos representantes. La Asamblea Nacional Constituyente con mayoría
del partido Acción Democrática, de antiguos dirigentes de la Federación
de Estudiantes de Venezuela, aprobó una Ley Orgánica de Educación en 1947, en
la que sujetaban la vida de las universidades a esa Ley Orgánica de Educación y
a reglamentos del Ejecutivo Nacional.
En 1953, una nueva dictadura militar aprobó una Ley de
Universidades Nacionales absolutamente anti autonómica entre otras razones por
los conflictos con profesores y estudiantes que solicitaban la libertad
de opinión y de los presos, perseguidos y exiliados.
En 1958, después del derrocamiento del dictador Marcos Pérez
J., se promulgó una Ley de Universidades con autonomía plena: elección
directa de autoridades, decanos, cogobierno universitario. Por conflictos
posteriores que el gobierno nacional, con funcionarios en su mayoría
universitarios, calificó de desestabilizadores, se clausuró la
Universidad Central de Venezuela y se reformó la Ley de Universidades de 1958,
introduciendo normas que limitan la autonomía universitaria, y sobre todo, no
se crearon más universidades autónomas, sino experimentales, cuya
estructura, organización y funcionamiento se determina mediante
decretos presidenciales, y el Ejecutivo Nacional designa las
autoridades universitarias, decanos, personal y otros, así como autoriza sus
grados y títulos.
En 1990, se aprobó una nueva Constitución del República
Bolivariana de Venezuela en la que se decidió que la autonomía universitaria
tendría rango constitucional. Sin embargo, el gobierno nacional,
dirigido ahora también por egresados universitarios pero de otro signo
partidista, calificó las protestas universitarias como desestabilizadoras.
Hizo caso omiso del principio constitucional de la autonomía
universitaria, y en su lugar, promulgó una Ley Orgánica de
Educación en 2009, evidentemente anti constitucional donde
agregó los trabajadores a los órganos electores de la universidad, uno a
uno con los profesores, estudiantes y egresados, situación demandada ante
el Tribunal Supremo de Justicia, que luego de varios años no ha decidido,
creando una situación de parálisis e ilegitimidad de las universidades, a
lo que se agrega un cerco presupuestario que ha logrado que los salarios sean
de tan baja capacidad adquisitiva que han provocado una migración masiva
de personal hacia el exterior, sin descontar que los altos precios debido a la
hiperinflación no permiten la estancia de los estudiantes en las ciudades
universitarias, lo que a su vez ha conducido a una altísima
deserción estudiantil. De otro lado, la Asamblea Nacional, de mayoría
gubernamental socialista aprobó una Ley de Educación Universitaria en
2010, absolutamente anti autonómica al punto que el Presidente de la República
no la promulgó. En su lugar en 2012, el gobierno nacional transformó los
14 Institutos Tecnológicos en Universidades Territoriales, otro modelo de
control estadal de las Universidades. Actualmente en Venezuela hay un complejo
universitario con sólo siete universidades oficiales autónomas en
condiciones precarias, veintisiete universidades oficiales experimentales y
territoriales no autónomas y treinta y dos universidades privadas.
Roberto Rondón Morales.
MIRADAS MULTIPLES.
Mayo de 2018
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