Cataluña tiene el mejor sistema universitario regional y Canarias, el peor, según la clasificación de la Fundación BBVA
Las cuatro universidades españolas con mayor rendimiento son públicas, según la clasificación de universidades (U-Ranking) que elabora la Fundación BBVA junto al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que comprende 61 universidades y el 94% del sistema universitario español. La barcelonesa Pompeu Fabra, encabeza la clasificación, seguida en el segundo escalón por la Carlos III de Madrid y la Politècnica de Barcelona. En el tercer puesto está la Politècnica valenciana. Cataluña repite como el mejor sistema regional universitario, según el estudio, y Canarias vuelve a estar en el último puesto, a 46 puntos porcentuales de distancia.
Como ha señalado Francisco Pérez, director de investigación del Ivie, en la presentación del estudio este martes en Madrid, la primera universidad privada de la clasificación, la de Navarra, aparece en el quinto nivel. "El sistema público tiene un desempeño 16 puntos porcentuales por encima del privado, pero no en todos los aspectos que analiza el ranking", ha añadido Pérez. Las privadas destacan en docencia (112% frente al 99%) pero se quedan por detrás de la pública en innovación y desarrollo tecnológico (66% frente a 103%) y investigación (40% frente a 105%).
En esos tres ámbitos que analiza el estudio, las mejores posicionadas son la Universidad de Deusto (docencia), de nuevo la Pompeu Fabra (investigación) y la Politècnica de Catalunya (I+D).
El estudio identifica los rasgos que convierten a las mejores universidades en referentes. La Pompeu Fabra destaca por la simplificación de los sistemas de gobernanza, la estructura con centros autónomos, eficaces y flexibles (con formas jurídicas como fundaciones), el desarrollo de capital humano y del talento y un enfoque altamente profesionalizado de las estructuras de apoyo para obtener fondos I+D.
Las universidades con mejores rendimiento, como la barcelonesa que encabeza el ranking, se caracterizan por tener un posicionamiento claramente definido y compartido por el personal. También se preocupan por la excelencia docente y de la investigación, y por la empleabilidad de los egresados. Tienen en cuenta además las demandas de su entorno y hacen una clara apuesta por la internacionalización.
Los mejores sistemas regionales, después del catalán, son el cántabro, el valenciano y el madrileño, en parte porque se encuentran en núcleos universitarios de gran tradición, porque el tejido social e industrial de su entorno les favorece y porque en sus territorios se han puesto en marcha políticas universitarias adecuadas. En el otro extremo del espectro, apenas cuatro puntos porcentuales por delante de Canarias, están Castilla-La Mancha y Extremadura.
Pérez ha señalado que no hay grandes variaciones respecto a la edición de 2017 del ranking, pero sí se observa una mejora general del 4% entre 2010 y 2016, más en investigación (4,5%) que en docencia (3,6%). Las privadas, que parten de posiciones más bajas, suben en mayor proporción, especialmente en investigación (14,1%).
Del análisis de los últimos años, señala Pérez, se desprende también "una convergencia, con una cierta aproximación" de las que están más por detrás. Las universidades que más han mejorado son la Universidad a Distancia de Madrid (crece un 15% en los últimos seis años), la Pontificia de Comillas (14%), y la Universitat de Vic-Central de Catalunya (13%). Las más estancadas, que solo han crecido en un 1%, son la de Huelva, Santiago de Compostela, Illes Balears y Jaén.
Los sistemas regionales también han mejorado, pero a ritmos distintos. Canarias, pese a seguir la última de la lista, es la que más se ha esforzado y registra un 7% de mejora global.
Qué diferencia a las mejores
Las universidades que pueden servir de referencia a otras tienen algunos aspectos en común, el primero, que saben quién quieren ser y trabajan para conseguirlo. Tienen un posicionamiento claro, bien definido y estable, y se dotan de las estructuras, recursos humanos y económicos alienados a sus objetivos.
Comparten también que están orientadas al análisis, a la evaluación de resultados y a la corrección de indicadores. "Tienen también niveles altísimos de transparencia y rendición de cuentas, y una cultura compartida en torno al posicionamiento deseado", ha explicado Alejandro Escribá, investigador del Ivie.
Detrás de la mala clasificación de las que están en los puestos de cola hay razones como la juventud de algunos centros, que no tienen la trayectoria que hace falta para entrar en investigación y para tener masa crítica. Algunas, como la Universidad a Distancia (UNED), tienen restricciones y no pueden tomar ciertas decisiones, por ejemplo en la selección de alumnos y en el campo de la investigación. Los entornos territoriales también influyen, aunque no son determinantes.
Madrid 19 JUN 2018 - 16:58 CEST EL PAIS
Una biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra. CARLES RIBAS
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